Lucas 11: 2 Y El les dijo: Cuando oréis, decid:
``Padre, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
4 ``Y perdónanos nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben.
Y no nos metas en tentación.
Cuantas veces conservamos en nuestra alma algún rencor hacia alguien, familia, amigos, pareja, y nuestra propia obstinación nos mantiene atados a un orgullo tan humano como cualquiera de nuestras faltas. Sin embargo nos enseña Jesús en Lucas:11-4 que al orar al padre debemos pedir perdón por nuestros pecados así como nosotros perdonamos a los que nos deben, ya que hablamos de un Dios justo entendemos hermanos míos que debemos perdonar para ser perdonados.
Por consiguiente el solo hecho de vivir atados al pasado doloroso y frustrante de uno mismo nos impide progresar en toda clase de relaciones humanas, por miedo a volver a sufrir decepciones, por miedo, solamente el perdón de corazón puede liberar nuestras almas y abrirnos las puertas al reino celestial.
Ahora hermano supongamos que tú no eres creyente y no podre hacerte entender el mensaje por el lado de la palabra de Dios, pues entonces usemos la lógica, quiero suponer que no serias capaz de beber un vaso de veneno verdad? Pues si conservas odio en tu corazón, el veneno es menos peligroso para tu cuerpo que el odio para tu vida. Es difícil perdonar el daño que nos han hecho, es difícil hacer de cuenta que nada sucedió pero los invito a abrir los ojos hermanos en Cristo: “TODOS SOMOS INPERFECTOS Y TODOS NOS EQUIVOCAMOS.” Que te hace tan perfecto hermano para no perdonar a quien se ah equivocado igual que tu?
Abre tu alma, deja el pasado atrás, reconcíliate con nuestro padre a través del perdón, como nos enseña Jesús: perdona nuestros pecados porque nosotros perdonamos, y la promesa de Dios es que serás libre, veras el reino celestial solo y únicamente a través de la humildad y el perdón es el acto más humilde. Vivan en paz hermanos, y las puertas de los cielos se abrirán y lluvia de bendiciones caerá sobre ustedes, ya que solo a Dios pertenece la justicia y el perdón, y nosotros como hijos suyos solo tenemos el deber de ser ejemplos en esta tierra de las maravillas del padre, aprendiendo y enseñando a vivir en armonía, y Jehová bendecirá todos sus esfuerzos por ser mejores, es su promesa en el nombre de Jesús, amen.